La crisis climática mundial representan una amenaza para la vida y los medios de sustento de miles de millones de personas en todo el mundo. El 97 % de los y las científicos del Clima, coinciden en que las actividades humanas producen gases de efecto invernadero que están calentando el planeta. Este calentamiento está teniendo un efecto devastador, provocando olas de calor, inundaciones, sequías, marejadas ciclónicas, elevación del nivel del mar y tormentas más intensas. Los resultados son pérdidas de cultivos, incendios forestales, pérdidas de vidas, hogares y medios de sustento que golpean con más intensidad a las poblaciones y personas más pobres y vulnerables.
Costa Rica ha sido uno de los países auto denominado “Laboratorio Climático” y que ha apoyado históricamente las negociaciones de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, pero en la última década con posiciones que favorecen las solución a la crisis climática basadas en la Economía Verde. Esta posición pone al país en un escenario internacional de experimentación y promoción de muchas de las falsas soluciones que encontramos en la Financiarización de la Naturaleza (FN) y las “nuevas tecnologías”. Por esta razón se debe de insistir en el análisis a profundidad de este tipo de mecanismos desde las organizaciones ecologistas y el movimiento social en general.
Como COECOCeiba, nos propusimos a divulgar y construir una visión crítica sobre la problemática del cambio climático y las propuestas en políticas públicas planteadas por el país con el objetivo de movilizar a más personas junto con organizaciones del movimiento ambiental, la señalar a los verdaderos responsables del Cambio climático, a encarar verdaderos cambios estructurales del sistema, y exigir equidad y justicia, especialmente para quienes ya sufren los impactos del cambio climático en el Sur global. Además, impulsamos las soluciones reales a esta crisis climática como lo es la soberanía alimentaria, la soberanía energética, el manejo comunitario de bosques, la economía solidaria y feminista, y la necesidad de una transición de sistema justa para la clase trabajadora, entre otras.
Luego de 20 años de trabajo, somos parte del movimiento ecologista. Creemos que es desde el trabajo junto a las comunidades que se construyen los cambios, conectando la dimensión local, nacional e internacional; sin construcción de movimiento social, no podremos superar el sistema de desarrollo vigente que ha probado ser depredador y excluyente.